Se sentaron a tomar un
café.
Al poco, oyeron la banda en
la calle y notaron que se interrumpía la música que, hasta ese momento, había
estado sonando en el local. Un ligero olor a incienso se paseó por las mesas.
Algunos clientes se asomaron a las ventanas para ver una larga fila de velas lanzando
destellos ahumados. A lo lejos, alguien comenzó a cantar una saeta.
Se quedaron quietos
frente a sus tazas, mirándose sin hablar.
Mercedes Suárez
las procesiones que más he conocido son las de jumilla, el pueblo de mi padre. en andalucía y murcia tienen mucho arraigo.
ResponderEliminarla foto es muy chula, todos hemos tenido esas tazas metálicas. :)
besitos!!
Es verdad que aquí, en Andalucía, son más sonadas, pero he leído que en algunas ciudades de Castilla-León son impresionantes. Este año, además, se han cogido con muchas ganas. Espero que hayas tenido una buena Semana Santa. Besitossssss
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